2018-06-16

2018-06-16

No hagamos una comunión sólo de cuerpo o sólo de corazón o sólo de voluntad, sino en primer lugar de mente; unirnos con nuestra más noble facultad a la mente de Jesús, para tener con él una sola mentalidad. «Señor, llénanos de tu luz» (ACV, p. 100).