2018-06-22

2018-06-22

Lo que importa no es tanto «dónde está la persona, sino lo que piensa». San Pablo, entre las cadenas escribe: «Estoy repleto de consolación, mi corazón rebosa de gozo en medio de todas nuestras tribulaciones»; otros se desesperan y maldicen a Dios, a los hombres y a sí mismos (ACV, p. 82).