2020-01-04

2020-01-04

María y José son los adoradores modélicos, los más perfectos. La gruta se convirtió entonces en el santuario más santo: acogía a Jesús, José y María. Jesucristo en el pesebre recibió las adoraciones más perfectas que en cualquier otro sagrario. Los actos de amor y de agradecimiento, las alabanzas y súplicas de María y de José fueron las primicias… (Breves meditaciones, p. 288).