Misal

ANTÍFONA DE ENTRADA 
Sal 67, 36

Dios vive en su santa morada. Dios, que prepara casa a los desvalidos, da fuerza y poder a su pueblo.

Se dice Gloria.

 

ORACIÓN COLECTA

Señor, tú que nos haces revivir cada año
el día de la consagración de esta iglesia
dedicada a Jesucristo, Divino Maestro,
escucha las plegarias de tu pueblo,
y haz que en este lugar
se te ofrezca siempre un servicio digno
y así tus fieles obtengan
los frutos de una plena redención.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.

 

PRIMERA LECTURA
Ez 47, 1-2. 8-9. 12

Vi que manaba agua del lado derecho del templo, y habrá vida dondequiera que llegue la corriente

Lectura de la profecía de Ezequiel

En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo.

Del zaguán del templo manaba agua hacia levante —el templo miraba a levante—. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar.

Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que miraba a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho.

Me dijo:

—«Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente.

A la vera del río, en sus dos riberas crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.»

Palabra de Dios.

 

 

SALMO RESPONSORIAL
Sal 45, 2-3. 5-6. 8-9 (R.: 5)

R/. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar.   R.

El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora.   R.

El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra:
pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe.   R.

 

 

SEGUNDA LECTURA
Ped 2, 4-9

Como piedras vivas entráis en la construcción del templo del Espíritu

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro

Queridos hermanos:
Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado para obtener sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo.
Dice la Escritura:
«Yo coloco en Sión una piedra angular,escogida y preciosa;
el que crea en ella no quedará defraudado.»
Para vosotros, los creyentes, es de gran precio, pero para los incrédulos es la «piedra que desecharon los constructores: ésta se ha convertido en piedra angular», en piedra de tropezar y en roca de estrellarse. Y ellos tropiezan al no creer en la palabra: ése es su destino.
Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa.

Palabra de Dios.

 

ALELUYA
Cf Ez 37, 27

Elijo y consagro este templo —dice el Señor—
para que esté en él mi nombre eternamente.

 

EVANGELIO
Jn 2, 13-22

Hablaba del templo de su cuerpo

+ Lectura del santo evangelio según san Juan

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
—«Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: —«¿Qué signos nos muestras para obrar así?» Jesús contestó:
—«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.» Los judíos replicaron:
—«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Palabra del Señor.

 

Se dice Credo.

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al conmemorar el día
en que te dignaste llenar tu casa de gloria y santidad,
te rogamos, Señor, que hagas de nosotros una ofrenda agradable a tus ojos.
Por Jesucristo nuestro Señor.

 

PREFACIO

La Iglesia peregrina y la nueva Jerusalén

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque en esta casa visible que hemos construido,
donde reúnes y proteges sin cesar
a esta familia que hacia ti peregrina,
manifiestas y realizas de manera admirable
el misterio de tu comunión con nosotros.
En este lugar, Señor,
tú vas edificando aquel templo que somos nosotros,
y así la Iglesia, extendida por toda la tierra,
crece unida, como Cuerpo de Cristo,
hasta llegar a ser la nueva Jerusalén,
verdadera visión de paz.
Por eso, Señor, te celebramos
en el templo de tu gloria,
y con todos los ángeles te bendecimos y te glorificamos, diciendo:

Santo, Santo, Santo…

 

ANTÍFONA DE COMUNIÓN
Mt 21, 13; Lc 11, 10

Mi casa es casa de oración —dice el Señor—; en ella quien pide, recibe, quien busca, halla, y al que llama, se le abre.

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te rogamos, Señor, que tu pueblo santo
reciba la gracia y el gozo de tu bendición,
para que consiga en el espíritu
los frutos de la conmemoración
que ha celebrado en esta eucaristía.
Por Jesucristo nuestro Señor.