Misal

ANTÍFONA DE ENTRADA
Ap 21,2

Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo.

Se dice Gloria.

 

ORACIÓN COLECTA

Señor, tú que nos haces revivir cada año
el día de la consagración de esta iglesia
dedicada a la Virgen María, Reina de los Apóstoles,
escucha las plegarias de tu pueblo,
y haz que en este lugar
se te ofrezca siempre un servicio digno
y así tus fieles obtengan
los frutos de una plena redención.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.

 

PRIMERA LECTURA
Is 56,1, 6-7

Mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos

Lectura del libro de Isaías

Así dice el Señor:
«Guardad el derecho, practicad la justicia, que mi salvación está para llegar, y se va a revelar mi victoria.
A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo,
para amar el nombre del Señor
y ser sus servidores,
que guardan al sábado sin profanarlo
y perseveran en mi alianza,
los traeré a mi monte santo,
los alegraré en mi casa de oración,
aceptaré sobre mi altar
sus holocaustos y sacrificios;
porque mi casa es casa de oración,
y así la llamarán todos los pueblos.»

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL 
Sal 83, 3.4.5 y 10.11 (R/.: Ap 21, 3b)

R/. Ésta es la morada de Dios con los hombres.

Mi alma se consume
y anhela los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo. R/.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío. R/.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Fíjate, o Dios, en nuestro Escudo,
mira el rostro de tu Ungido. R/.

Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados. R/.

 

SEGUNDA LECTURA
Hb 12,18-19.22-24

Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo

Lectura de la carta a los Hebreos

Hermanos:
Vosotros no os habéis acercado a un monte tangible, a un fuego encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la tormenta; ni habéis oído aquella voz que el pueblo, al oírla, pidió que no les siguiera hablando.
Vosotros os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al Mediador de la nueva alianza, Jesús, y a la aspersión purificadora de una sangre que habla mejor que la de Abel.

Palabra de Dios.

 

ALELUYA
cf Mt 7,8

En mi casa, quien pide recibe —dice el Señor—, quien busca encuentra y al que llama se le abre.

 

EVANGELIO 
Lc 19,1-10

Hoy ha sido la salvación en esta casa

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
—«Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.»
Él bajó en seguida y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: —«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.» Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor:
—«Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.»
Jesús le contestó:
—«Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.»

Palabra del Señor.

Se dice Credo.

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al conmemorar el día en que te dignaste llenar tu casa de gloria y santidad,
te rogamos, Señor, que hagas de nosotros una ofrenda agradable a tus ojos.
Por Jesucristo nuestro Señor.

 

PREFACIO

La Iglesia peregrina y la nueva Jerusalén

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque en esta casa visible que hemos construido,
donde reúnes y proteges sin cesar
a esta familia que hacia ti peregrina,
manifiestas y realizas de manera admirable
el misterio de tu comunión con nosotros.
En este lugar, Señor,
tú vas edificando aquel templo que somos nosotros,
y así la Iglesia, extendida por toda la tierra,
crece unida, como Cuerpo de Cristo,
hasta llegar a ser la nueva Jerusalén,
verdadera visión de paz.
Por eso, Señor,
te celebramos en el templo de tu gloria,
y con todos los ángeles te bendecimos
y te glorificamos, diciendo:

Santo, Santo, Santo…

 

ANTÍFONA DE COMUNIÓN
1Pd 2, 5

Vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu formando un sacerdocio sagrado.

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te rogamos, Señor,
que tu pueblo santo reciba la gracia
y el gozo de tu bendición,
para que consiga en el espíritu
los frutos de la conmemoración
que ha celebrado en esta eucaristía.
Por Jesucristo nuestro Señor.

 

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