Misal

ANTÍFONA DE ENTRADA
Lc 2,16

Los pastores fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño acostado en el pesebre.

Se dice Gloria.

 

ORACIÓN COLECTA

Dios, Padre nuestro,
que has propuesto a la Sagrada Familia
como maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo,
concédenos, te rogamos,
que, imitando sus virtudes domésticas
y su unión en el amor,
lleguemos a gozar de los premios eternos
en el hogar del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.

 

 

=========== Ciclo A ========================

PRIMERA LECTURA
Sir 3,2-6.12-14

El que teme al Señor honra a sus padres

Lectura del libro del Eclesiástico

Dios hace al padre más respetable que a los hijos
y afirma la autoridad de la madre sobre su prole.
El que honra a su padre expía sus pecados,
el que respeta a su madre acumula tesoros;
el que honra a su padre se alegrará de sus hijos,
y, cuando rece, será escuchado;
el que respeta a su padre tendrá larga vida,
al que honra a su madre el Señor lo escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre,
no lo abandones, mientras vivas;
aunque chochee, ten indulgencia,
no lo abochornes, mientras vivas.
La limosna del padre no se olvidará,
será tenida en cuenta para pagar tus pecados.

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL
Sal 127,1-2.3.4-5 (R/.: cf.1)

R/. ¡Dichosos los que temen al Señor
y siguen sus caminos!

Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.

Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.

 

SEGUNDA LECTURA
Col 3,12-21

La vida de familia vivida en el Señor

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses

Hermanos:
Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.
Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.

Palabra de Dios.

 

ALELUYA
Col 3,15a.16a

Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón;
la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza.

 

EVANGELIO
Mt 2,13-15.19-23

Coge al niño y a su madre y huye a Egipto

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo

Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
—«Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta:
«Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.»
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo:
—«Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel; ya han muerto los que atentaban contra la vida del niño.»
Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel.
Pero, al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Y, avisado en sueños, se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los profetas, que se llamaría Nazareno.

Palabra del Señor.

 

=========== Ciclo B ========================

PRIMERA LECTURA
Gn 15,1-6; 21,1-3

Te heredará uno salido de tus entrañas

Lectura del libro del Génesis

En aquellos días, Abrán recibió en una visión la palabra del Señor:
—«No temas, Abrán, yo soy tu escudo, y tu paga será abundante.»
Abrán contestó:
—«Señor, ¿de qué me sirven tus dones si soy estéril, y
Eliezer de Damasco será el amo de mi casa?»
Y añadió:
—«No me has dado hijos, y un criado de casa me heredará.»
La palabra del Señor le respondió:
—«No te heredará ése, sino uno salido de tus entrañas.» Y el Señor lo sacó afuera y le dijo:
—«Mira al cielo; cuenta las estrellas, si puedes.»
Y añadió:
—«Así será tu descendencia.»
Abrán creyó al Señor, y se le contó en su haber.
El Señor se fijó en Sara, como lo había dicho; el Señor cumplió a Sara lo que le había prometido. Ella concibió y dio a luz un hijo a Abrán, ya viejo, en el tiempo que había dicho. Abrán llamó al hijo que le había nacido, que le había dado Sara, Isaac.

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL
dal Sal 104, 1b-2.3-4.5-6.8-9 (R/.: 7a y 8a)

R/. El Señor es nuestro Dios, se acuerda de su alianza eternamente.

Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas. R/.

Gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.
Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro. R/.

Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido! R/.

Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac. R/.

 

SEGUNDA LECTURA
Hb 11, 8.11-12.17-19

Fe de Abrahán, de Sara y de Isaac

Lectura de la carta a los Hebreos

Hermanos: Por fe, obedeció Abrahán a la llamada y salió hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salió sin saber adónde iba.
Por fe, también Sara, cuando ya le había pasado la edad, obtuvo fuerza para fundar un linaje, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía. Y así, de uno solo y, en este aspecto, ya extinguido, nacieron hijos numerosos como las estrellas del cielo y como la arena incontable de las playas.
Por fe, Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac; y era su hijo único lo que ofrecía, el destinatario de la promesa, del cual le había dicho Dios: «Isaac continuará tu descendencia.»
Pero Abrahán pensó que Dios tiene poder hasta para resucitar muertos. Y así, recobró a Isaac como figura del futuro.

Palabra de Dios.

 

ALELUYA
Hb 1,1-2

En distintas ocasiones habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.

 

EVANGELIO
Lc 2,22-40

El niño iba creciendo y se llenaba de sabiduría

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
—«Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones,
y gloria de tu pueblo, Israel.»
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre:
—«Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana: de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

Palabra del Señor.

o bien más breve:

(2,22.39-40)

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor. Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

Palabra del Señor.

 

 

=========== Ciclo C ========================

 

PRIMERA LECTURA 
1Sam 1,20-22.24-28

Cedo Samuel al Señor de por vida, para que sea suyo

Lectura del primer libro de Samuel

En aquellos días, Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso de nombre Samuel, diciendo:
—«Al Señor se lo pedí.»
Pasado un año, su marido Elcaná subió con toda la familia para hacer el sacrificio anual al Señor y cumplir la promesa. Ana se excusó para no subir, diciendo a su marido:
—«Cuando destete al niño, entonces lo llevaré para presentárselo al Señor y que se quede allí para siempre.»
Ana se quedó en casa y crió a su hijo hasta que lo destetó.
Entonces subió con él al templo del Señor, de Siló, llevando un novillo de tres años, una fanega de harina y un odre de vino. El niño era aún muy pequeño.
Cuando mataron el novillo, Ana presentó el niño a Elí, diciendo:
—«Señor, por tu vida, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti, rezando al Señor. Este niño es lo que yo pedía; el Señor me ha concedido mi petición. Por eso se lo cedo
al Señor de por vida, para que sea suyo.» Después se postraron ante el Señor.

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL
Sal 83, 2-3.5-6.9-10 (R/.: cf 5a)

R/. Dichosos los que viven en tu casa, Señor.

¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo.  R/.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
al preparar su peregrinación:   R/.

Señor de los ejércitos, escucha mi súplica;
atiéndeme, Dios de Jacob.
Fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo,
mira el rostro de tu Ungido.    R/.

 

SEGUNDA LECTURA
1Jn 3,1 -2. 21-24

El Padre nos llama hijos de Dios, y lo somos

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan

Queridos hermanos:
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.
Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó.
Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.

Palabra de Dios.

 

ALELUYA
Hch 16,14b

Ábrenos el corazón, Señor, para que aceptemos las palabras de tu Hijo.

 

EVANGELIO
Lc 2,41-52

Los padres de Jesús lo encuentran en medio de los maestros

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas: todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
—«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.» Él les contestó:
—«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.

Palabra del Señor.

 

Cuando esta fiesta se celebra en domingo se dice Credo

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al ofrecerte, Señor, este sacrificio de expiación,
te suplicamos, por intercesión de la Virgen, Madre de Dios,
y de san José, que guardes a nuestras familias
en tu gracia y en tu paz verdadera.
Por Jesucristo nuestro Señor.

 

PREFACIO

I DE NAVIDAD

Cristo, luz del mundo

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque, gracias al misterio de la Palabra hecha carne,
la luz de tu gloria brilló ante nuestros ojos
con nuevo resplandor,
para que, conociendo a Dios visiblemente,
él nos lleve al amor de lo invisible.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar
el himno de tu gloria:
Santo, santo, Santo…

 

o bien:

II DE NAVIDAD

La restauración del universo en la Encarnación

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

Porque en el misterio santo que hoy celebramos,
Cristo, el Señor, sin dejar la gloria del Padre,
se hace presente entre nosotros de un modo nuevo:
el que era invisible en su naturaleza se hace visible al adoptar la nuestra;
el eterno, engendrado antes del tiempo, comparte nuestra vida temporal
para asumir en sí todo lo creado,
para reconstruir todo lo que estaba caído
y restaurar de este modo el universo,
para llamar de nuevo al reino de los cielos al hombre sumergido en el pecado.
Por eso, unidos a los coros angélicos, te aclamamos llenos de alegría:

Santo, Santo, Santo…

 

o bien:

III DE NAVIDAD

El maravilloso intercambio que nos salva

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

Por él, hoy resplandece ante el mundo
el maravilloso intercambio que nos salva:
pues al revestirse tu Hijo de nuestra frágil condición
no sólo confiere dignidad eterna a la naturaleza humana,
sino que por esta unión admirable
nos hace a nosotros eternos.
Por eso, unidos a los coros angélicos,
te aclamamos llenos de alegría:

Santo, Santo, Santo…

 

ANTÍFONA DE COMUNIÓN
Ba 3,38

Nuestro Dios apareció en el mundo y vivió entre los hombres.

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Padre nuestro, que nos amas y nos perdonas,
concede a cuantos has renovado con estos divinos sacramentos
imitar fielmente los ejemplos de la Sagrada Familia,
para que, después de las pruebas de esta vida,
podamos gozar en el cielo de su eterna compañía.
Por Jesucristo nuestro Señor.

 

Disponibile in: Italiano