DOMINGO IV DE PASCUA

DOMINGO IV DE PASCUA

Las Hermanas de Jesús buen Pastor
celebran el Titular de su Instituto

 

Jesús, buen Pastor que da la vida

Desde el principio (7 de octubre de 1938), por expresa voluntad del Fundador, es la fiesta titular de la congregación de las Hermanas de Jesús buen Pastor. «En la fiesta de Jesús buen Pastor se quiere dar gloria a Dios que ha enviado a su Hijo a la humanidad y a la oveja perdida. Ahí tenemos a Jesús buen Pastor; y María es su madre» (PP III, 161).

Según el calendario litúrgico de entonces, se celebraba el segundo domingo después de Pascua. Hasta 1959, la celebración coincidía con una etapa de la formación inicial: la vestición religiosa de las hermanas (PP V, 28).

La imagen del Pastor propuesta por el padre Alberione hunde sus raíces en la Escritura y hace referencia especialmente al capítulo 10 del evangelio según san Juan, enriquecido con el texto de Ez 34 y otros pasos del Antiguo y del Nuevo Testamento.

«Me diréis: Pero ¿por qué nosotras honramos a Jesús bajo el aspecto de Pastor y no de Maestro como lo hacen las demás familias paulinas? Pues porque tenéis que hacer de “pastorcitas”. Jesús es siempre el mismo, pero vosotras debéis formaros para atender a las almas y, como Jesús, saber dar la vida por las ovejas» (PP I, 7).

«Debéis explicar este título que se da a Jesús y, al mismo tiempo, ilustrar la devoción a Jesús buen Pastor. Y luego hacer que se rece a Jesús buen Pastor.

Meditar la vida de Jesús. Sí, meditar especialmente esos rasgos en los que mejor se manifiesta el corazón del buen Pastor. Meditarlo y después imitarlo. Pero sobre todo centrarse en la Eucaristía. En la Eucaristía el buen Pastor da la vida por nosotros, porque es la renovación del sacrificio de la cruz, y ahí es donde se revela su amor por nosotros» (Alle Suore di Gesù Buon Pastore 1959, 24. 28, passim).

Los textos litúrgicos del Misal y de la Liturgia de las Horas, están totalmente ambientados en el tiempo pascual y expresan el tono festivo de ese tiempo.

La propuesta de la Misa votiva expresa mejor la idea del Pastor que el padre Alberione presentó a las Hermanas de Jesús buen Pastor.

«¿Quién es el buen Pastor? Es quien actúa en relación con el rebaño imitando a Jesucristo camino, verdad y vida.

Camino, es decir, modelo. El buen Pastor indica al pueblo el camino más con la vida que con la palabra. Jesucristo en la última cena, después de haber lavado los pies a los apóstoles, les dijo: “Os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis” (Jn 13, 15).

Verdad. Jesús enseñó las verdades más sublimes, necesarias a todos, de manera fácil, práctica… Jesús nos apacienta con su doctrina.

Vida. Jesús, buen Pastor, nos hace vivir de su propia vida. “Para mí la vida es Cristo”, decía san Pablo. Para devolvernos esta vida, Jesús murió en la cruz. El buen Pastor da la vida por sus ovejas» (Alberione, Le Feste di Maria 165-166).

Su teología sobre el Pastor aparece frecuentemente junto con la de María, madre del buen Pastor, y se puede conocer también a través de la coronita al buen Pastor y de otras oraciones alberionianas. «No prestéis atención a la multitud de devociones que existen; vosotras tened la devoción al buen Pastor» (PP IV, 52).

El IV domingo de Pascua se celebra todo como en el Misal Romano y en la Liturgia de las Horas. En los apéndices se encuentra la Misa votiva (p. 183) y los formularios para la celebración votiva de la Liturgia de las Horas (p. 623).

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