A María, madre del buen Pastor

  1. María, madre de Dios,
    todas las generaciones
    proclamen las grandes obras
    que por ti ha hecho el Señor.
    Tú eres la virgen, la llena de gracia,
    la madre del buen Pastor.
    Tú lo criaste, lo amaste, lo escuchaste,
    lo seguiste y contemplaste moribundo
    por nosotros en la cruz.
    De él y de ti nos viene todo:
    la Iglesia, el evangelio, los sacramentos,
    la vida consagrada y la vida eterna.
    Tú eres la gloria de la Iglesia del cielo
    y esperanza y refugio de la Iglesia peregrina.
    También yo quiero ser tuyo, como Jesús.
    Te ofrezco cuanto soy y cuanto tengo:
    ilumíname, hazme dócil y fiel.

María, madre del buen Pastor,
ruega por nosotros.

  1. María, madre del buen Pastor
    y madre mía,
    te contemplo dolorosa en el Calvario.
    Allí tu Hijo dio su vida por las ovejas,
    allí puso en tus manos su rebaño
    y te encomendó los pastores de la Iglesia.
    Tu corazón se abrió para acoger
p. 169

a todos, sacerdotes y fieles.
Apoyaste a la Iglesia naciente,
la hiciste crecer con la oración y la palabra,
y la fortaleciste con tu testimonio.
Desde el cielo
has asistido siempre al Pueblo de Dios:
por ti la fe conservó su pureza,
surgieron multitud de santos
y fueron destruidas las fuerzas del mal.
Madre de la Iglesia, haz que seamos
hijos cada vez más dóciles, fieles y fuertes.
Con tu poderosa intercesión,
ruega para que haya un solo rebaño
y un solo pastor.
Conforta al Papa,
inspira a los maestros de la fe,
y guía a los responsables de la pastoral.

María, madre del buen Pastor…

  1. María, madre del buen Pastor,
    aquí tienes a una oveja
    de tu rebaño y el de Jesús.
    Soy una oveja perdida:
    sálvame, refugio de los pecadores.
    Voy en busca del camino del cielo:
    ilumíname, Madre del buen consejo.
    Soy débil y miedosa:
    llévame en tus brazos, Virgen poderosa.
    Soy una oveja asediada por los lobos:
p. 170

defiéndeme, Madre del Salvador.
Sana mis heridas.
Nútreme con el fruto bendito de tu vientre,
Jesús-eucaristía.
Soy una oveja que ama a Jesús Pastor
y te ama a ti, buena Pastora:
haz que os ame cada vez más.
No permitas que me separe de vosotros.
Acógeme en el momento de mi muerte
y reúneme con las ovejas dóciles y fieles.

María, madre del buen Pastor…

  1. Madre del buen Pastor,
    haz que aumente el número de consagrados;
    que sean luz del mundo,
    auténticos maestros de oración
    e intercesores ante Dios.
    Que con el sacrificio, la oración
    y las actividades apostólicas y caritativas,
    sean sal de la tierra, fuerza de los pobres
    y guías para los hermanos.
    Que sean constantes en la vivencia
    de los votos y en el progreso diario.
    Madre de los santos y reina de los religiosos,
    ruega por nosotros
    para que alcancemos la santidad,
    y seamos un día tu gozo en el cielo.

María, madre del buen Pastor…

p. 171
  1. Madre del buen Pastor y Pastora nuestra,
    ten compasión de tus hijos dispersos,
    de los que andan todavía
    como ovejas sin pastor.
    Salva a los inocentes,
    convierte a los pecadores,
    da fuerza a los débiles,
    sostén a los vacilantes,
    conforta a los atribulados,
    asiste a los agonizantes,
    forma una multitud de santos,
    y danos buenos apóstoles y pastores.
    Tú sabes, madre, que vivimos
    en un valle de lágrimas, que caminamos
    en medio de muchas dificultades,
    que estamos hechos de frágil arcilla.
    Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos.
    Solo tú eres la esperanza de la humanidad.
    Condúcela a Jesús, camino, verdad y vida,
    al Pastor eterno de todos los hombres,
    a la alegría del cielo.

María, madre del buen Pastor…

p. 172