Lunes: a san Pablo apóstol

El primer lunes nos acercamos a san Pablo para conocerlo y para rezarle, para conseguir y formar buenas vocaciones y pedir espíritu apostólico para nosotros y para los Cooperadores.

  1. Te bendigo, Jesús,
    por tu gran misericordia
    al convertir a san Pablo de perseguidor
    en apóstol incansable de la Iglesia.
    Y tú, san Pablo, intercede por mí,
    para que abriendo yo mi corazón a la gracia,
    viva en continua conversión
    y configure plenamente
    mi vida con la de Jesucristo.

San Pablo apóstol, ruega por nosotros.

  1. Te bendigo, Jesús,
    porque has elegido al apóstol Pablo
    para testimoniar y promover
    la virginidad por el reino.
    Y tú, san Pablo, padre mío,
    protege mi mente, mi corazón
    y mis sentidos, para que conozca,
    ame y sirva solo a Jesús,
    consagrando para su gloria
    todas mis energías.

San Pablo apóstol, ruega por nosotros.

p. 136
  1. Te bendigo, Jesús,
    porque, con la vida y la palabra de san Pablo,
    me enseñas la perfecta obediencia.
    Y tú, san Pablo, intercede
    para que yo viva en una actitud
    de humilde disponibilidad
    hacia mis superiores,
    con la certeza de que en la obediencia
    encontraré la liberación frente al mal.

San Pablo apóstol, ruega por nosotros.

  1. Te bendigo, Jesús,
    porque me has enseñado
    con la vida y la palabra de san Pablo
    el verdadero espíritu de pobreza.
    Y tú, san Pablo, intercede
    para que yo viva la pobreza evangélica,
    de modo que, siguiendo tu ejemplo,
    pueda compartir contigo la gloria del cielo.

San Pablo apóstol, ruega por nosotros.

  1. Te bendigo, Jesús,
    por haber concedido a san Pablo
    un corazón rebosante de amor a Dios,
    a la Iglesia y a todos los hombres,
    salvados por su celo apostólico.
    Y tú, san Pablo, amigo,
    intercede para que yo viva la urgencia
    y el compromiso del apostolado
p. 137

de la comunicación social,
de la oración, del testimonio,
de las obras y de la palabra,
mereciendo así el premio
prometido a los auténticos apóstoles.

San Pablo apóstol, ruega por nosotros.

Antes o después de la meditación, o bien durante la adoración eucarística, se reza o se canta:

Ant. Apóstol san Pablo, anunciador de la verdad y maestro de los gentiles, intercede por nosotros ante Dios, que te ha elegido (Magníficat, p. 335).

p. 138