María, madre de la Iglesia

Madre de Dios y madre de la Iglesia,
de quien todos nacimos en la cruz,
eres para tus hijos el modelo
que alienta nuestra fe con su virtud.

Si por Adán nacimos en pecado,
recobramos con Cristo la salud.
Si por Eva perdimos la esperanza,
con María, nueva madre de los hombres,
volvimos a la luz.

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Mediadora ante Dios para los hombres,
de Cristo en su pasión corredentora,
eres luz, dulzura y esperanza,
abogada y consuelo en el camino
de aquellos que te imploran.

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