DECIMOSEGUNDA ESTACIÓN

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Porque con tu cruz has redimido al mundo.

Durante tres horas, Jesús padece terribles dolores y muere al fin en la cruz por nuestros pecados.

La muerte de Jesús
se actualiza diariamente en nuestros altares
cuando celebramos la eucaristía.
Jesús amorosísimo,
enséñame a valorar la eucaristía,
para que la celebre con frecuencia
y con las mismas actitudes
que tuvo tu Madre al pie de la cruz.

Ten piedad de nosotros, Señor.
Ten piedad de nosotros.

Haz, santa Madre de Dios,
que las llagas del Señor
se impriman en mi corazón.

Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo.

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