Cristo, eterno esplendor

Oh Cristo, tu eterno esplendor
ilumina al espíritu humano,
dispersa la noche y revela el camino
de la salvación.

Oh Jesús verdad, nuestro camino, nuestra vida.
Por ti al Padre y al Santo Espíritu sea gloria.

La voz amorosa del Padre
te proclama Maestro del mundo;
quien sigue tus pasos evita las sendas
oscuras del mal.

Enseñas con fuerza y dulzura,
es tu mismo vivir una escuela;
tu gracia confirme, en la mente del hombre,
la eterna verdad.

Tu amor nos revela el misterio
de la vida, el dolor y la muerte;
al alma que busca, le ofreces tu gracia:
la vida de Dios.

Cumplida tu hora, la Pascua,
a los hombres entregas la Iglesia
maestra infalible que guía sus pasos
por sendas de amor.

p. 358