NOVENA ESTACIÓN

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Porque con tu cruz has redimido al mundo.

Jesús cae por tercera vez bajo la cruz, porque nuestra obstinación nos ha llevado a recaer en el pecado.

La obstinación oscurece la mente,
endurece el corazón
y pone en peligro la salvación.
Señor, por tu pasión, ten misericordia de mí.
Concédeme la gracia
de mantenerme vigilante,
de ser fiel al examen de conciencia
y celebrar frecuentemente
el sacramento del perdón.

Ten piedad de nosotros, Señor.
Ten piedad de nosotros.

Haz, santa Madre de Dios,
que las llagas del Señor
se impriman en mi corazón.

Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.

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