pagina: 273
Letanías por la formación de los promotores de la comunicación socialVai alla preghiera
Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial,
ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo,
Trinidad Santa, único Dios,
ten misericordia de nosotros.
Jesús, Palabra del Padre,
Jesús, Maestro bueno,
ten misericordia de nosotros.
Jesús, camino, verdad y vida,
ten misericordia de nosotros.
Jesús, esperado por los profetas,
ten misericordia de nosotros.
Jesús, maestro de los apóstoles,
ten misericordia de nosotros.
Jesús, doctor de los evangelistas,
ten misericordia de nosotros.
Jesús, luz de los padres y doctores,
ten misericordia de nosotros.
Jesús, modelo de los santos,
ten misericordia de nosotros.
Jesús, vida de los corazones,
ten misericordia de nosotros.
Jesús, que enviaste al Espíritu Santo,
ten misericordia de nosotros.
María, madre de Cristo
y madre nuestra,
ruega por nosotros.
Madre de la divina gracia,
ruega por nosotros.
Madre del buen consejo,
ruega por nosotros.
Reina de los Apóstoles,
ruega por nosotros.
Morada de la sabiduría,
ruega por nosotros.
San Moisés,
ruega por nosotros.
San David,
ruega por nosotros.
San Isaías,
Todos los santos profetas,
rogad por nosotros.
San Marcos,
ruega por nosotros.
San Mateo,
ruega por nosotros.
San Lucas,
ruega por nosotros.
San Juan,
ruega por nosotros.
San Pablo,
ruega por nosotros.
San Pedro,
ruega por nosotros.
Santiago,
ruega por nosotros.
San Judas Tadeo,
ruega por nosotros.
Todos los santos apóstoles
y evangelistas,
rogad por nosotros.
Todos los Padres apostólicos,
ruega por nosotros.
San Atanasio,
ruega por nosotros.
San Basilio,
ruega por nosotros.
San Jerónimo,
ruega por nosotros.
San Ambrosio,
ruega por nosotros.
San Agustín,
ruega por nosotros.
San Juan Crisóstomo,
ruega por nosotros.
San Gregorio Magno,
ruega por nosotros.
Todos los santos Padres,
rogad por nosotros.
San Bernardo,
ruega por nosotros.
San Alberto,
ruega por nosotros.
Santo Tomás,
ruega por nosotros.
San Juan de la Cruz,
ruega por nosotros.
San Francisco de Sales,
ruega por nosotros.
San Alfonso,
ruega por nosotros.
Todos los santos doctores,
rogad por nosotros.
Santa Teresa,
ruega por nosotros.
Santa Catalina,
ruega por nosotros.
Beato Timoteo Giaccardo,
ruega por nosotros.
Todos los santos
y santas de Dios,
interceded por nosotros.
De todo mal y error,
líbranos, Señor.
De la indiferencia,
ruega por nosotros.
Por el misterio de tu encarnación,
ruega por nosotros.
Por tu predicación,
ruega por nosotros.
Por tu cruz y tu pasión,
ruega por nosotros.
Por tu resurrección y ascensión,
ruega por nosotros.
Por el envío del Espíritu Santo,
ruega por nosotros.
Por la infalibilidad
e indefectibilidad de la Iglesia,
ruega por nosotros.
Para que haya un solo rebaño
y un solo Pastor,
ruega por nosotros.
Para que te dignes fortalecernos
y conservarnos en tu servicio,
ruega por nosotros.
Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
V. Jesús Maestro, camino, verdad y vida.
R. Enséñanos el camino de tu verdad y santidad.
Oremos. Dios todopoderoso y eterno, que has enviado a tu Hijo único como Maestro universal, haz que, asimilando su doctrina, consigamos alcanzar las realidades eternas. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
p. 273Bienaventuranzas de las Hijas de San PabloVai alla preghiera
Dichosos los pasos
de quien anuncia el bien,
de quien anuncia la paz.
Dichosas las siervas de la Iglesia,
que poseen el corazón de esta madre.
Dichosas las caminantes de Dios,
que en el silencio místico de la comunidad
estudian los caminos del mundo
que mañana recorrerán
para llegar a la gente.
Dichosos estos ángeles del Señor
en busca de los hombres
que han perdido o nunca han conocido
el camino de la Iglesia.
Dichosas las portadoras de Jesús,
que llevan a todas las familias
la buena noticia del amor.
Dichosas las colaboradoras
de la misión sacerdotal,
que anuncian en silencio a Jesucristo,
camino, verdad y vida.
Dichoso el perfume de pureza, de amor
y de humildad que dejan a su paso.
Dichosas las imitadoras de María,
que presentó a Jesús a los pastores,
a los magos, al templo,
a los discípulos y al mundo.
Dichosas las Hijas de San Pablo,
que tienen el corazón de este padre,
dan la palabra del padre,
y sufriendo, rezando y actuando con él,
realizan la tarea
que el Señor les ha encomendado.
Desde todas las partes del mundo
los caminos convergen
en un punto de encuentro: ahí está Jesús,
que os ha dado una cita:
«Venid, vosotras, benditas de mi Padre,
heredad el reino preparado para vosotras
desde la creación del mundo» (Mt 25,34).
Descienda sobre ellas la bendición de Dios,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
y las acompañe para que caminen
y lleven frutos duraderos,
para gloria de Dios y paz de los hombres.
Amén.