pagina: 284
VIIVai alla preghiera
El arcángel Gabriel, de parte de Dios, propone a la Virgen María la maternidad divina. María acepta la extraordinaria misión; la Palabra se encarna en su seno. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, el Mesías prometido, el Maestro divino, el Sacerdote eterno (cf Lc 1,26-38; 2,1-7; Heb 8,1-13).
Te bendigo, Padre,
porque has cumplido las promesas
que habías anunciado
por boca de los profetas.
Te bendigo, Espíritu Santo,
que bajaste a María.
Te bendigo, Hijo divino,
que te has encarnado,
para implantar en toda la tierra
el reino de la verdad,
de la santidad y la gracia.
Adoro este misterio
de omnipotencia y de amor.
¡Es la salvación para todos los pueblos!
Gloria a Dios…
Jesús Maestro…
María, Reina…
Santos Pedro y Pablo…
VIIIVai alla preghiera
Jesús nace en Belén. Es acogido por María y José, por los pastores y los magos; da comienzo a su escuela de virtud, de verdad y de bondad. Se rebajó para elevar al hombre hasta Dios. Ha sido puesto para que muchos caigan y se levanten (cf Lc 2,8-39).
Que todos los hombres te bendigan,
te adoren y acojan, Maestro divino,
manso y humilde.
Tú complaciste al Padre,
y quien se asemeja a ti
le agradará a él.
Tú eres el Hijo encarnado:
en ti y por ti, nosotros llegamos a ser
sus hijos adoptivos.
Tú eres salvación para los que te acogen,
y perdición para los que te rechazan.
Gloria a Dios…
Jesús Maestro…
María, Reina…
Santos Pedro y Pablo…