pagina: 346
Pan de los ángelesVai alla preghiera
Pan de los ángeles, te hiciste nuestro pan,
diste a los símbolos su plena realidad (bis).
¡Oh qué admirable don: tener como manjar
pobres, siervos, a su Señor!
Oh Dios altísimo, el Trino en unidad,
ven y visítanos en nuestra adoración (bis).
Contigo llévanos hasta la eterna luz
en que sin fin habitas tú. Amén
Con fe te adoramosVai alla preghiera
Con fe te adoramos, Dios oculto aquí,
bajo el pan y el vino te vemos a ti;
te entregamos todo nuestro corazón
porque al contemplarte, se inflama de amor.
Vista, gusto y tacto se engañan en ti,
la fe está segura tan solo al oír.
Creo cuanto ha dicho el Hijo de Dios:
la verdad, el Verbo; no hay verdad mayor.
La cruz ocultaba tu divinidad,
pero aquí se esconde ya la humanidad.
Yo creo y confieso unidas las dos
y hago la plegaria que hizo el buen ladrón.
Tus llagas no veo, cual Tomás las vio,
pero a ti, Dios mío, te confieso yo.
Dame que en ti crea siempre más y más,
que en ti solo espere, te ame sin cesar.
De tu muerte, Cristo, ¡qué gran memorial!
Pan que das al hombre vida de verdad:
haz que, por tu gracia, vivamos de ti
y gustemos siempre tu dulzura aquí.
Pelícano bueno, Jesús el Señor,
que tu sangre lave a este pecador.
Una sola gota podría salvar
a todo este mundo de la iniquidad.
Jesús, a quien miro velado ahora aquí,
¿cuándo será el día a que anhelo sin fin?
Verte cara a cara, sin ningún disfraz,
contemplar tu gloria ¡qué feliz me hará! Amén.