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Para poder seguirteVai alla preghiera
Para poder seguirte comeremos tu pan:
Tú eres eI camino, la vida y la verdad (bis).
El mundo está lleno de confusión
y el río se lleva el amor.
Los hombres levantan su grito al sol:
¡Dios sea nuestra salvación! (bis).
Es tan egoísta nuestro interés
que sobran todos los demás.
Tú, en cambio, recoges nuestro dolor
y lo llevas hasta el final (bis).
Tu entrega es un canto a la libertad,
tu amor es anuncio del bien,
tu fruto germina en la humanidad,
tu voz nos llama sin cesar (bis).
El pan de la vida que tú nos das
refuerce nuestra voluntad
de andar por la vida con ilusión,
de ser signos de tu verdad (bis).
Pueblo santo y elegidoVai alla preghiera
Caminamos hacia ti,
oh ciudad de nuestro Dios,
construyendo en este mundo
la verdad y el amor.
Pueblo santo y elegido,
congregado en el amor,
vas buscando peregrino
la ciudad de nuestro Dios.
Avanzamos peregrinos,
con Jesús, nuestra esperanza.
Él nos salva, él nos guía
con la luz de su palabra.
Quien tiene hambre de justicia,
quien anhela la verdad,
en la mesa del Señor
su palabra encontrará.
Reunidos en la Iglesia,
proclamamos su verdad:
Jesucristo es el que salva
dando al mundo su amistad.
Los caminos de este mundo
son caminos sin final:
solo Cristo es el sendero
que conduce a la verdad.
Cuando llegue el momento
de nuestra hora final,
Jesucristo, nuestra vida,
nos dará su eternidad.