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XIIVai alla preghiera
Jesucristo se ofrece al Padre como víctima de propiciación e impetración; muere para ser nuestra vida, por medio de la gracia en la tierra, y mediante la gloria en el cielo. La justicia y la misericordia se abrazan; el Padre, en Cristo, se reconcilia con el hombre; vuelve a abrirse el paraíso, y todos están invitados a entrar en él.
p. 287¡Bendito seas, Jesucristo,
sacerdote y ofrenda!
¡Víctima perfecta y digno pontífice!
En ti está la salvación,
la resurrección y la vida.
Tu sangre es fuente de salvación:
que se derrame sobre mí y me lave.
Que caiga sobre el mundo
y lo purifique y salve.
Gloria a Dios…
Jesús Maestro…
María, Reina…
Santos Pedro y Pablo…
XIIIVai alla preghiera
Jesucristo resucita del sepulcro; se aparece a Pedro, a los doce y a los discípulos. Muestra los signos de su resurrección. Durante los cuarenta días que aún permanece sobre la tierra, revela grandes misterios, lleva a cumplimiento su obra salvadora, realiza prodigios admirables y otorga poderes divinos (cf Lc 24,36-53).
Bendito seas, Jesús:
has muerto porque eres hombre;
y has resucitado porque eres Dios.
Has confirmado tu doctrina
con la verdad de tu resurrección.
La fe es el fundamento de la salvación.
El que no cree ya está condenado.
Dame fe viva, dinámica y expansiva.
Que crea cada vez más y llegue a ser
una lámpara que ilumina a su alrededor.
Gloria a Dios…
Jesús Maestro…
María, Reina…
Santos Pedro y Pablo…