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XIIIVai alla preghiera
Jesucristo resucita del sepulcro; se aparece a Pedro, a los doce y a los discípulos. Muestra los signos de su resurrección. Durante los cuarenta días que aún permanece sobre la tierra, revela grandes misterios, lleva a cumplimiento su obra salvadora, realiza prodigios admirables y otorga poderes divinos (cf Lc 24,36-53).
Bendito seas, Jesús:
has muerto porque eres hombre;
y has resucitado porque eres Dios.
Has confirmado tu doctrina
con la verdad de tu resurrección.
La fe es el fundamento de la salvación.
El que no cree ya está condenado.
Dame fe viva, dinámica y expansiva.
Que crea cada vez más y llegue a ser
una lámpara que ilumina a su alrededor.
Gloria a Dios…
Jesús Maestro…
María, Reina…
Santos Pedro y Pablo…
XIVVai alla preghiera
Jesús designa a Pedro como su representante visible y le confía todos los fieles y pastores; le concede infalibilidad en su enseñanza; le da autoridad en el servicio, y amor para santificar: «Apacienta mis corderos; apacienta mis ovejas»; y le entrega las llaves del reino de los cielos (cf Jn 21,15-23).
Bendito seas, Jesús Maestro,
que en Pedro estás presente, enseñas,
confirmas y salvas.
Quien está con Pedro está contigo;
quien se aparta de Pedro
es como un sarmiento separado de la vid.
Puede separarse
con la mente por su incredulidad;
con la voluntad por su rebeldía;
con el corazón por su pecado.
Yo creo que Pedro es para mí camino,
verdad y vida en Cristo.
Gloria a Dios…
Jesús Maestro…
María, Reina…
Santos Pedro y Pablo…