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XVIIIVai alla preghiera
Jesucristo es siempre camino, verdad y vida en la Iglesia. Se ha de creer a la Iglesia como al mismo Cristo: «El que os recibe a vosotros, me recibe a mí». Ella es maestra de fe. Es la intérprete de la revelación contenida en la Escritura y en la Tradición. La Iglesia es infalible en cuestiones de fe y de moral (cf Mt 10,40-42).
Bendito seas, Maestro divino.
Haz que los hombres crean, confiesen su fe,
y la alimenten y vivan.
Sin la fe no es posible agradarte,
ni lograr la salvación.
Es un don del Padre.
Todo el que la pide de corazón, la obtiene.
Se pierde cuando se siguen
doctrinas opuestas a la Iglesia.
Gloria a Dios…
Jesús Maestro…
María, Reina…
Santos Pedro y Pablo…
XIXVai alla preghiera
La Iglesia, como Jesucristo, es maestra de santidad. Para salvarse es necesario practicar su moral. Se alcanza la santidad viviendo los mandamientos de Dios y los preceptos de la Iglesia, los compromisos de la propia vocación y
p. 293los consejos evangélicos. La Iglesia lo conserva, propone y promueve todo (cf He 2,42-47; 4,32-35).
Bendito seas, Maestro Divino,
que, en la Iglesia y con la Iglesia,
sigues siendo mi camino.
El que te sigue, camina hacia el cielo.
El que se aleja, se pierde:
no escucha ni a la Iglesia,
ni a ti, ni al Padre.
Bendita la voz de la madre Iglesia
para con sus hijos.
Que todos los hijos pródigos
resuciten y regresen al Padre y a su madre.
Gloria a Dios…
Jesús Maestro…
María, Reina…
Santos Pedro y Pablo…